Cuando se trabaja con la única razón de dar amor y compañía a quienes se enfrentan a una difícil situación de salud, compartiendo el día a día para sembrar en ellos la fortaleza que les permita vencer la enfermedad y salir abantes, el premio será entonces el más maravilloso de la existencia humana: la vida misma, esa que por momentos se nos escapa y a la cual siempre sentimos la necesidad de aferrarnos con fe y esperanza.
Esta es la labor de las Damas Voluntarias de la Fundación Amigos – Esperanza de vida, un grupo de mujeres generadoras de vida, que siempre está al lado de los pacientes y sus familias durante el tratamiento.
Y es que nadie está preparado para recibir la confirmación de esta enfermedad, es un momento en el que todo es confusión sumado a los recursos que se deben conseguir para enfrentarse a la situación; todo esto causa al instante un oscuro panorama, que incluso en muchos casos, el paciente debe enfrentar en soledad, generando en su familia el gran dolor de la distancia.
Por esto, el Grupo de Damas Voluntarias realiza un sin número de actividades sociales que les permiten recaudar fondos para ofrecer a los pacientes hospedaje, alimentación, transporte y apoyo profesional durante su tratamiento, el cual siempre acompañan con su don de vida.
Alrededor de 800 pacientes procedentes de todo el nororiente colombiano, han recibido el calor humano de las Damas Voluntarias de la fundación, que cumplen ocho años realizando esta noble tarea de servicio incondicional, que ha sido reconocida por la Organización FOSCAL, directivos del sector salud nacional, por la comunidad en general y por los pacientes, quienes exaltan el sentido social de este trabajo por amor a la vida, que fortalece a los pacientes enfermos de cáncer con una acción muy poderosa: Su apoyo y compañía en el momento en el que ellos más lo necesitan.